Michael fue un fuera de serie, no fue un tipo normal. Uno, tomando mate en su casa, mientras mira el noticiero que anuncia su muerte, lo puede acusar de haberse vuelto loco, de haber dilapidado un talento único o de haberse disperso en operaciones estéticas y parques de diversiones, cuando debería haberse ocupado de la música, que era lo que lo distinguía. Eso lo puede pensar alguien normal, como nosotros, pero Michael no lo era. Estaba a otro nivel, por algo fue lo que fue, por algo fue uno de los más grandes. Más allá de los millones de discos que vendió, fue uno de los tipos que hizo bailar a más gente en todo el mundo, ¿les parece poco mérito?
La huella que dejó en la historia de la música (o del entretenimiento, o de la industria, como lo quieran llamar) está a la altura de lo que hicieron Elvis, los Beatles o ese tipo de monstruos. Nada fue igual después de su aparición. Michael se fue volviendo loco y terminó teniendo una cara que metía miedo, endeudado y sin música para dar. Se pasó los últimos años perdido en su personaje, acusado de pedófilo y sin hits. Sin embargo, lo voy a extrañar. Anoche brindé por él y creo que hoy también lo haré
viernes, junio 26, 2009
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2 comentarios:
Realmente una lástima =(
No solo voy a brindar, voy a hacer un moonwalk
Estoy muy de acuerdo con vos...
Fue un grande, y realmente me puso muy triste saber de su muerte y me dio mucha pena como termino...ademas, tan joven...
Pero murio como los grandes, joven y tragicamente, no?
Besos
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