Beber un trago de lo último que tomamos cuando todavía estábamos borrachos; tomar sólamente agua; no comer durante cierta cantidad de horas; hacer reposo: son variados los consejos que se escuchan a la hora de curar la resaca
La pregunta que hoy nos convoca pone en duda todas estas prácticas: ¿realmente se cura la resaca? ¿Hay una manera de acelerar ese proceso tortuoso, en el que uno jura no volver a tomar? ¿O simplemente hay que dejar pasar las horas, mientras el dolor de cabeza amenaza con eternizarse?
lunes, octubre 08, 2007
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