Entro a una oficina en la que tenía que hacer una entrevista a un famoso (esta vez guardaré la identidad del entrevistado, porque me place). La secretaria, con la que nos habíamos escrito varios mails para acordar el encuentro, me saluda y me dice su nombre. Como indica la regla social, le respondí diciéndole el mío. Pocos segundos después, como si fuera la duda más esperable del mundo, me pregunta si soy el Capitán Intriga. '¿Cómo?', le dije, sorprendido
'¿Vos tenés un blog que se llama Son Cosas Mías?', repreguntó. Le expliqué que ése es el blog de un amigo y que yo tengo otro blog. Gentilmente, saqué un flyer del bolso y se lo di. 'Ah, Bien Ahí, claro. ¿Vos sos el del delivery y el Falcon?', preguntó, esta vez con más acierto. Le dije que sí, mientras no sabía qué más decir
Cuando recuperé el habla, le pregunté cómo conocía los blogs. Me comentó que su compañera de trabajo es habitual lectora de esta bonita página y también de la del Capitán. Un día usó su máquina, vio un mail con mi nombre y ató cabos. No terminé de entender bien cómo llegó a esa conclusión, pero todo me dio un poco de vergüenza
martes, junio 12, 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario