Doblo hacia Santa Fé, en la zona de Plaza Italia, me recibe un cana de la Metropolitana y me indica dónde frenar. 'Hoy sí que estamos cagados', analicé antes de bajar la ventanilla
- Buenas noches
- Buenas noches
- Registro y cédula verde, por favor
- Sí, cómo no
Entrego los documentos, como si el deja vu no me estuviera torturando al amor propio
- La cédula está a nombre de una empresa
- Sí, es la empresa de mi papá
- Entonces necesita una cédula azul. ¿No tiene?
- No
La chica metropolitana se va y aparece un metropolitano con un aparatito
- Vamos a hacer el control de alcoholemia
- Bueno
- Sople acá
Por los nervios, no me salía demasiado aire
- Un poco más fuerte
No había tomado una gota de alcohol, así que no hubo problemas. Se va y vuelve la metropolitana con novedades:
- La cédula verde está vencida, necesitaría una azul para circular
- Ah
- ¿No la tiene?
- No, nunca la hicieron
- Es que usted la tiene que pedir
- Ah
- Bueno, no lo vamos a retener más
- Bueno
- Buenas noches
- Buenas noches
lunes, octubre 25, 2010
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7 comentarios:
La solución es efectivamente hacer la cédula azul: dejan de pedírtela al instante.
siempre en busca del peligro!!!
Tomá mate..
Esa suerte...
Queda aclarado que las dos policias hacen lo mismo. para que carajo hay dos. si son iguales. en fin.
J, ¡deje de jugar con fuego que me pone nerviosa a mí!
Vaya y haga la cédula azul, por las faldas de Fortuna!
que ojete, por dios
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