Fui con la plata justa, bien escondida. Ya estaba todo planeado. De ahí, me iba a la casa de mi asesor informático, se la iba a dejar, así, nueva, sin abrir, para que él la tunneara, le hiciera esas cosas locas que hace, como la partición del disco, y ya la semana que viene la iba a empezar a usar
La primera mala señal fue encontrarme con una cola de diez personas en el local. ¿Dónde se vio? ¿Dónde está la crisis? El flaco que estaba delante mío me sacaba más de una cabeza de alto y también de ancho. Estaba con su novia, cuchicheando. En la mano tenía un papelito con un modelo de notebook anotado. Curioso, me fijé qué decía y era la misma que quería yo. Esa fue la segunda mala señal. La tercera llegó cuando no vi en exhibición la compu que había ido a buscar y que ayer había probado. En cuestión de minutos, me quedó en claro que el grandote se la iba a llevar, porque tenía su orden de compra. Pasó por caja, la pagó, yo dije que quería una igual que la de él, como si estuviéramos en un restorán y me hubiese tentado con su postre, pero me dijeron que era la última
Uno quiere sacarse la mufa del Mundial y no lo dejan
martes, julio 06, 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
Qué lástima! Lo contaste tan bien, con tanto suspenso, con detalles de los preparativos... odié un poco al grandote de adelante de la fila, qué querés que te diga.
grandote pancho
uy que bronca, con mi ansiedad me llega a pasar eso y mato a algien...
Publicar un comentario