sábado, febrero 10, 2007

Una conclusión, a lo Bucay

Ayer llegué a la conclusión de que el Summer Fest se suspendió porque el Dios judío de la Buena Onda castigó a Matisyahu por diferentes causas. El primer motivo es por ser tan careta de andar predicando con que abandonó las drogas. Lo que más me molesta no es que haya dejado las drogas, eso me tiene absolutamente sin cuidado. Sí me parece repudiable que vaya por el mundo comentando lo bien que se siente ahora y que antes estaba perdido y toda esa sarta de justificaciones que suelen dar los recientemente rescatados, a quienes, en general, nuncas les creo. Ese discurso (tan típico de programa evangelista de medianoche) me suena, por lo menos, frágil

Seguramente, el Dios de la Buena Onda también lo castigó por haber sido cómplice de la llegada de UB40 a la Argentina, una de las peores bandas de la historia del Witte Reggae (reggae de blanquitos), que ni siquiera se salva gracias a sus propios hits. Muchas veces un artista nos resulta insoportable, pero al menos sus hits se dejan escuchar. No es el caso de UB40, al que 'Rat in the kitchen' o 'Red red wine' lo tornan aún más aburrido

Y ayer cuando pensé en el término 'Dios de la Buena Onda' me acordé de un flaco no judío a quien conocí hace unos años que tenía una novia que sí era judía. La primera cena familiar a la que él asistió fue medio acartonada, como casi toda presentación de novio. A la tensión natural, se le agregaba un poco más de incomodidad porque nadie sabía cómo abordar el supuesto conflicto de religiones. Una vez entrada la noche, alguien le preguntó al flaco, medio impestuosamente, si creía en Dios y él respondió afirmativamente. '¿En qué Dios creés?', le repreguntaron, no sin cierta maldad. 'En el Dios de la Buena Onda', respondió

Mi cadena de pensamientos concluyó en que, seguramente, antes de esa cena nadie debía querer tratar el tema tan abiertamente ni de ese modo. Todos los que terminaron sentados en esa mesa debían pensar que lo peor que les podía pasar era abordar la temática religiosa. Sin embargo, tan incómodos se sentían con ello, que no pudieron evitarlo. Fue más fuerte que ellos y el tema terminó saliendo, quizás de una forma medio bruta. Esto me hizo pensar que cuando más esfuerzo uno pone en intentar ocultar algo, más se le termina notando. Cuanto más intentamos disimular un defecto, más se nos nota. O, como dicen Los Redondos, 'cuánto más alto trepa el monito, así es la vida, el culo más se le ve'

Nota: veo que me salió un texto re Bucay: arranqué con una anécdota súper pava para terminar dando una conclusión de vida (!)

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se pero yo queria ver a Matisyahu...

Florence