lunes, mayo 22, 2006

Mi nueva profesión

Desde hace 15 días que (una o dos veces por semana) vengo mostrando el departamento en venta de unos amigos. Por problemas de horarios, hay veces que ellos no están y necesitan que alguien le abra la puerta a los interesados y a los de la inmobiliaria. Inquieto como soy, no puedo quedarme de brazos cruzados cuando viene la gente. Así que me pongo en el rol de dueño de casa, cosa que varios se creen, claro, ¿porqué no? A veces me encuentro haciéndome pasar por el dueño de la casa cuando las fotos de mi amigo aparecen por cada rincón, pero no me importa

El hecho de tener la llave de la casa me da toda la seguridad que necesito. Además, es una casa que conozco muy bien porque allí viven grandes amigos y pasé muchos ratos ahí. Con esas dos cosas a mi favor, ya tengo todo el respaldo anímico que preciso para lanzarme a contestar todo lo que me preguntan

'¿Qué orientación tiene?', preguntó una chica. 'Este', no dudé en afirmar. '¿Entra el sol en alguna hora en particular?', se interesó una señora. 'Especialmente por la mañana', le informé. '¿Esa manchita en la pared es humedad?', se preocupó una señora, que había venido con dos amigas a ver el departamento. 'Claro que no. Es una pérdida entre los azulejos del baño de al lado', le grafiqué

Me muevo con impunidad total (inclusive, digo que algunos arreglos de la casa los mandé a hacer yo) y desarrollé un chamuyo bastante compacto. Por ejemplo, una vez que el interesado ya terminó de dar la vuelta reglamentaria conmigo y con el de la inmobiliaria y ya se está por ir, le pregunto si no quiere ver el departamento él solo. No sé si eso suma mucho, pero es evidente que les cae bien

Casi casi se lo vendo a la primera interesada que lo vio. Era una chica de entre 20 y 25 y su hermana se venía del interior para vivir juntas. Ella era bioquímica, contó en el ascensor. 'Mirá qué bien', dijo la de la inmobiliaria. El fin de semana siguiente hicieron una oferta, pero tres días después, por algún misterio inmobiliario, quitaron la oferta. Una pena, en ese caso me hubiese sentido muy groso

Hoy mis amigos me preguntaron si podía atender a un interesado, pero justo no podía. Debo confesar que el miércoles pasado no le puse muchas ganas a las tres personas que lo vieron, porque estaba mirando la final de la Champions League, pero ojalá que en estos días tenga revancha. Estoy seguro de que lo vendo (es muy luminoso, eh)

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