jueves, abril 30, 2009

Grandes valores


Ahora que el libro del Bambino va por no sé cuántas ediciones y firma ejemplares en librerías y en las ferias, llega la autobiografía de Guillote Cóppola, que seguro que también va a ser un plato y va a reivindicar la amistad, los códigos de barrio, el whisky y la pasión por las minas

No logro entender cómo es que esta gente dio vuelta la imagen que tenía hace unos años. No sé si fue un laburo premeditado y si, simplemente, el paso del tiempo logró que se olvidaran algunos escándalos y otros papelones. No me di cuenta cuándo, por ejemplo, Bilardo dejó de ser un mulero y pasó a ser un personaje de culto. Hoy lo escuché en la radio diciendo que el entrenador debe ir cagando a piñas, a solas, en el vestuario, a los jugadores que se le ponen en contra. Uno a uno hasta que no jodan más. Tampoco es que me ruborizo ante estas cosas, pero tampoco me cabe tomar como simpáticos a personajes que son más bien oscurelis y, que si los escuchamos con atención, son de lo más peligrosos y retrógrados

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