domingo, abril 09, 2006

Dios me castigó por cholulo

Concretar la entrevista con Skay Beilinson hace más de un año y medio me llevó, más o menos, unos dos años. Llamé insistentemente a su casa, dejé miles de mensajes y nunca recibía una respuesta. Una vez, por error, se ve que su mujer y manager, la Negra Poli, atendió el teléfono. Cuando le dije que era periodista y que quería entrevistar a su marido, se hizo pasar por la mucama y dijo que llamara más tarde

No recuerdo muy bien cómo, pero hubo un momento en el que establecí comunicación con la pareja ricotera. Acordamos fecha, hora y lugar de encuentro. Yo estaba en las nubes. Los Redondos es una de mis bandas de cabecera y cuando era adolescente era mucho más que eso. Por primera vez, fui a una nota munido de cd's para que me autografiaran

Ellos llegaron muy puntualmente al bar, tomamos un cafecito antes de empezar la nota y en todo momento se mostraron muy amistosos. Inclusive, me querían llamar por mi nombre, como para que todo fuera más fluido. En un momento, Skay me quiere comentar algo y me llama 'Juan'. No fue sencillo corregirlo. No estaba corrigiendo a Skay. Estaba corrigiendo a uno de mis ídolos de toda la vida, al amigo del Indio, al genio de la guitarra. Pero no podía permitir que se confundiera de nombre. 'Me llamo José', aclaré

Al rato, de vuelta me dijo 'Juan', pero esa vez lo dejé pasar, ya era demasiado incómodo y me estaba empezando a dar risa. La nota fue bastante larga, duró más de 40 minutos y yo no quería que terminara nunca. La pasé muy bien, sobre todo con sus anécdotas de cuando eran hippies y vivían en comunidad. Cuando terminó, pasamos al momento cholulo. Dije alguna frase idiota parecida a 'una cosa es el laburo y otra cosa es el fanatismo' y saqué los discos solistas de Skay, para que me los firmara

En el primero, firmó solamente con su nombre. En el segundo, un poco más emotivo, puso: 'Para Juan, tu talismán, Skay'

Eso me dio muchísima risa. Me parecía que no tenía ningún sentido decirle 'me llamo Jose'. Ese CD firmado para otra persona, pero que en realidad era para mi, me parecía mucho más groso. Salimos, le di un beso a Poly, le di un beso a Skay y él me dijo 'chau Juan'. Juro que en el momento pensé en decirle 'chau Indio', pero no me animé

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