Mustafá me mostró cómo se debe cortar la carne del shawarma. Liliana me trató como a un sobrino, me convidó dos mini lahmashin riquísimos y me dijo que conocía a alguien con mi apellido. El hermano Jalil que me atendió me cayó muy simpático y Balil no me atendió ninguna de las tres veces que fui a su local. No le interesaba ser entrevistado. Son los cuatro dueños de los restoranes que recomendé en
Radar
Hey yo quiero trabajar de eso! Envidia sana...
ResponderBorrarBueno no, en realidad me parece que te odio... ;)
uhh que rico la comida arabe, hace cuanto que no como!
ResponderBorrarUhh, que ganas de comer. Y acá lo único que puedo llegar a encontrar es pan árabe nomás. Ufa.
ResponderBorrarJusto leí el Radar, cosa que no hago nunca, y de pedo ahora te encontré boludeando en la web. Insólito! Me encanta comer en ése tipo de boliche. Dos datos que capáz son viejos:
ResponderBorrarLos del boliche de Charcas tienen al hermano en Canning y El Salvador. Y te recomiendo la empanadería de Aranguren a unos metros de Cuenca: la mejor empanada que comí. Y un lugar relindo.
Un abrazo