Massimo Tartaglia hasta ayer era un desconocido, parece que tiene problemas mentales y que está en tratamiento hace diez años. Ayer se hizo famoso porque le tiró a Silvio Berlusconi una reproducción en miniatura de la catedral de Milan y le acertó en la boca. El resultado del ataque fueron dos dientes menos y una nariz rota. Lo detuvieron al instante y él declaró '
no soy nadie'. No te tires a menos, Massimo, desde
Bien Ahí te elevamos a la categoría de nuevo ídolo y te invitamos a que vengas a Buenos Aires, con estadía y viaje pago, para que demuestres tu puntería con Mauricio
Genio Massimo!! colaboro en la vaca para traerlo, que Mauricio necesita ya un obelisco estrellandose en su cara!
ResponderBorrarNo peques de falsa modestia Massimo
ResponderBorrarJajajaja!! Siempre y cuando le tire a Mauricio una réplica del obelisco. Yey!
ResponderBorrarSos lo massimo! Groso,chabón!
ResponderBorrar