La vida del blanquito es dura: las alegrías (por no decir los bronceados) duran bastante poco y, maldición, las tristezas (léase: los ardores) pueden ser por demás intensas. Desgracidamente, el salvaje bronceado que había traido de mis vacaciones ya casi se fue por completo y estoy regresando a mi habitual blancura. Una pena. Soy tanto más lindo bronceadito
viernes, febrero 10, 2006
La dura vida del blanquito
La vida del blanquito es dura: las alegrías (por no decir los bronceados) duran bastante poco y, maldición, las tristezas (léase: los ardores) pueden ser por demás intensas. Desgracidamente, el salvaje bronceado que había traido de mis vacaciones ya casi se fue por completo y estoy regresando a mi habitual blancura. Una pena. Soy tanto más lindo bronceadito
No hay comentarios.:
Publicar un comentario