jueves, septiembre 29, 2005

Bien Ahí abre su cocina

No es justo que solamente aquellos que tienen la suerte de visitar mi casa disfruten de mis cada vez mejores galletitas con copitos de chocolate. Voy a solidarizarme con los visitantes de Bien Ahí y compartiré mi receta, tomada del libro 'Todo Dulce', de la nada apetecible ni macanuda Maru Botana. Más bien, la odiamos a Maru y a su ejército de hijos rubios

Empecemos, como se debe, con los ingredientes:
250 gramos de manteca
1 cucharadita de esencia de vainilla
1/3 de taza de azúcar
2 tazas de harina leudante
3/4 de taza de fécula de maíz (Maizena, para los amigos)
140 gramos de chocolate (una tableta de chocolate Aguila, ponele, o genérico)

Primer paso
Se bate la manteca, el azúcar y la esencia de vainilla hasta que se consigue una mezcla cremosa y clara. Esto es bastante sencillo de hacer. Bien Ahí recomienda dejar afuera de la heladera a la manteca unos minutos antes de cocinarla, así es más fácil de batir.

Segundo paso
Una vez que ya tenemos esa mezcla, se le echa la harina, la Maizena y los pedacitos de chocolate. Atenti: los pedacitos de chocolate no deben ser muy chicos. Su tamaño es proporcional a la alegría que causarán al encontrarlos luego, al comerlos.

Esta nueva mezcla es más difícil de manejar con la batidora, así que se recomienda laburarla a mano y ensuciarse un poco, que no es tan grave. La masa no queda muy compacta, sino más bien granítica, pero denle con tranquilidad e intenten unirla lo más posible. Luego se la deja 'descansar' media hora en la heladera (periódicamente hay que descansar, contaban Los Olimareños, podría decir la cocinera esa tan fashion que va tirando nombres de bandas mientras cocina, ahora me olvidé su nombre. No es Dolly, es la otra)

Paso fundamental
Ponele que ya pasó la media hora y que ya enmantecamos y enharinamos las placas donde se cocinarán las galles, sacamos la masa de la heladera con todo el ánimo

Ponemos harina sobre la mesada y la estiramos. El tip en esta parte es estirarla a mano y que quede lo más finita posible. Este sistema no sólo es más efectivo que el palo de amasar, sino que también es terapéutico y divertido. Se corta la masa con el cortapasta (si no se tiene uno, se puede aprovechar la media hora de espera para ir a comprar uno) y se va poniendo las galletitas en las placas

Tip democrático: todas las galles deben tener, por lo menos, un pedazo de chocolate. Esa es la gracia de hacer nuestras propias galletitas: que salgan como nos gustan

Quizás al momento de cortar las galletitas, se despierte la paranoia de que no están siendo bien cortadas y que se están desarmando, dada la condición arenosa de la masa. No se preocupen: la clave es unirlas un poco con la mano y el horno se encargará de terminar de unirlas

Al horno
Se recomienda prender el horno cuando se mete la masa en la heladera, así ya está precalentado cuando metemos las galles. Más o menos, tardan 20 minutos en estar. Lógicamente, esto no es ciencia, así que hay que ir relojeando que no queden muy blanquitas ni tampoco que se nos quemen. Aquellos que tienen placas de vidrio, pueden ver cómo va cambiando el color de la base de las galletitas. Cuando empiezan a ponerse más oscuras, las sacamos, las dejamos enfriar y empezamos a llamar a los amigos para que vengan a disfrutarlas

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